lunes, 5 de octubre de 2009

Las 25 noticias más censuradas en 2009

PERIODICO DIAGONAL_01.10.2009

EL 30 DE SEPTIEMBRE SE PRESENTÓ EN NUEVA YORK EL LIBRO CENSORED 2010

Las 25 noticias más censuradas en 2009

Raúl Fernández / Madrid / Diagonal


Ilustración: Martín León Barreto

Desapercibidas, sofocadas, silenciadas... así han pasado los 25 temas que ha analizado
el Proyecto Censored y que "jamás han sido debatidos en los grandes medios".

Si el Gobierno estadounidense entrega dinero público para rescatar bancos en quiebra y los bancos usan su dinero para financiar una campaña contra el sindicalismo, ¿hay noticia o no? Esto ha ocurrido. Y sí, ha sido noticia: una noticia pequeñita, sofocada, ninguneada. La noticia nació y murió sin eco, sin polémica, sin tertulias, acaso, simplemente, como funciona hoy la censura: publica lo que quieras, que nadie te va a hacer caso. El día en que se escriben estas líneas, la edición impresa del diario El País publica 104 titulares, incluyendo noticias, opiniones, viñetas, cartas al director, fotonoticias y breves. Apenas un centenar de ideas describen cómo ha sido el mundo en las últimas 24 horas. ¿Cuánta información se ha quedado fuera? Toda la demás. El servicio internacional de la agencia EFE ha publicado en las últimas 36 horas 827 documentos con noticias de (casi) todo el mundo. ¿A dónde va a parar todo lo que no se publica? No a la televisión, desde luego. Los telediarios a duras penas narran una treintena de acontecimientos en cada edición, más media docena de vídeos deportivos. Casi 40 noticias en 50 minutos. Esta iba a ser la era de la información, pero no da tiempo.


Treinta años de censura

El proyecto Censored es un programa académico nacido hace más de 30 años en la Universidad de Sonoma, al norte de San Francisco (EE UU), con el objetivo de explicar a los alumnos "por qué algunas noticias no salen en las noticias". Cada año, alumnos y profesores elaboran un listado con las noticias más censuradas en los grandes medios de comunicación. Este año, el primer puesto ha sido para una serie de artículos sobre cómo las grandes empresas de Wall Street habían financiado las campañas electorales de los mismos políticos que luego les adjudicaron las ayudas del polémico plan de rescate financiero de 2008. Parece la historia de siempre, ¿verdad? Pero el lector difícilmente podrá demostrar que había visto la noticia, negro sobre blanco, en algún gran diario estadounidense. La segunda noticia más acallada del año es un estudio de la Universidad de California-Los Ángeles que muestra que las escuelas públicas de EE UU están hoy más segregadas por raza y clase social que hace 50 años. Con el número tres, varios artículos que enseñan la otra cara de los “piratas somalíes”: resulta que muchos de ellos son, en realidad, pescadores locales indignados y arruinados que se han rebelado contra los abusos de grandes buques extranjeros que esquilman e infectan sus aguas con vertidos tóxicos ilegales ante la inoperancia del Gobierno de Mogadiscio. Y así, hasta 25 secretos a voces que podrían haber subvertido la agenda política y mediática de EE UU y del mundo, pero no lo hicieron.

Todas estas noticias tienen algo en común: no fueron difundidas por las grandes agencias de noticias. Chris Paterson, del Instituto de Estudios de la Comunicación de la Universidad de Leeds, lleva años investigando el flujo de noticias internacionales, especialmente en medios online, con conclusiones reveladoras: el discurso informativo internacional esta dominado por sólo dos grandes agencias (¡dos!), Reuters y Associated Press, ni siquiera cuatro o cinco (AFP, UPI, EFE...), como se decía en ocasiones. Sólo algunos grandes medios generan contenidos propios, más bien locales, y la inmensa mayoría se limita a reproducir teletipos. Sólo añaden su marca, cada vez menos distintiva. "Como las agencias de noticias deben complacer a todos los editores, en todas partes, se esfuerzan más que sus clientes en parecer objetivos e imparciales. El resultado es una visión del mundo tibia y homogénea, pero ideológicamente distintiva. Las historias que desafían la ideología de los actores políticos globales dominantes reciben poca atención. El contenido de las agencias es dictado por la naturaleza ideológica, estructural y cultural de estas organizaciones", dice Paterson.


También en internet

Se suponía que internet debía terminar con este oligopolio, pero resulta que no. Los agregadores de noticias y servicios como Google News o Yahoo! News son sólo un falaz espejismo de diversidad informativa. Google trastea con un nuevo sistema para mostrar las noticias de modo más visual, Fast Flip, y hasta ahora la selección de medios que se pueden ojear (casi hojear) se reduce a 40 publicaciones dominantes: de la BBC a The New York Times pasando por las revistas Elle o Marie Claire. Nada peligroso, nada controvertido. Google es a la distribución de noticias, lo que las agencias son al suministro. Para colmo, los patrones del consumo informativo en internet son meros herederos de la audiencia tradicional: los internautas de EE UU visitan web que pertenecen a los mismos propietarios de los corporate media. Así, claro, ¿cómo iba uno a enterarse de lo que piensan los ’piratas’ somalíes? La censura no es sólo eso. Héctor Fouce, periodista y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, se fija también en el trabajo cotidiano de los periodistas en medios más pequeños. "Además de la censura de verdad, hay más bien, autocensura. Por el modelo laboral de los medios, para caerle bien al superior, los periodistas saben perfectamente lo que pueden o no deben publicar", dice Fouce. "A veces se ve en temas muy banales: mejor fútbol, que baloncesto", pero también, denuncia, "en la connivencia de los medios con los dos grandes partidos; la información política se reduce al debate electoral bipartidista, ¿y cuándo vamos a empezar a hablar de política?".

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