jueves, 4 de agosto de 2011

Los riesgos del reconocimiento facial desde el teléfono móvil

El Pais recoge en su web la información publicada en The Economist, en la que se habla sobre los experimentos realizados por los investigadores Alessandro Acquisti, Ralph Gross y Fred Stutzman, de la Universidad Carnegie Mellon (Estados Unidos). En sus conclusiones destacan el peligro del reconocimiento facial a partir de imágenes y cómo se puede identificar a personas sin su consentimiento. La polémica se abrió hace pocos meses, cuando conocimos que Facebook etiquetaba a usuarios en imágenes gracias a una tecnología que permitía reconocer sus rostros. A pesar de que se puede desactivar esta opción, en muchas ocasiones se realiza el reconocimiento y etiquetado sin consentimiento de los usuarios.

Los investigadores han combinado este reconocimiento facial con fotos de 93 estudiantes del campus universitario tomadas con su consentimiento. Tras aplicar el programa de reconocimiento facial y rastrear 250.000 fotos de perfiles de éstos en la red social, se logró identificar a un tercio de los estudiantes, lo que supone un elevado número y nos permite hacernos una idea de lo sencillo que sería acceder a ciertas informaciones de los ciudadanos.

Por otro lado, recolectaron las fotos de 5.000 perfiles de habitantes de una misma ciudad de un sitio de citas en Internet en el que los usuarios utilizan un seudónimo. Rastrearon 280.000 imágenes y consiguieron identificar a un 10% de esta muestra. En el tercer experimento realizado consiguieron incluso dígitos de la tarjeta de la seguridad social de estudiantes a base de cruzar datos de servicios públicos en Internet, con lo que demostraron la indefensión que existe también a la hora de almacenar este tipo de datos.

La policía de Brasil ya ha confirmado que va a utilizar este tipo de tecnologías de identificación para el próximo Mundial de fútbol que se celebrará en 2014. Asociarán el reconocimiento facial a una base de datos policial. De nuevo, todo parece valer en nombre de la seguridad, pero, ¿qué sucede si el sistema falla? ¿Se identifica a las personas únicamente para protegernos de amenazas terroristas? ¿No supone una intrusión en la privacidad? Parece cuestión de tiempo que se cree incluso una aplicación que permita fotografiar a alguien desde un teléfono móvil por la calle y consultar en las redes sociales con el fin de identificarle, con los riesgos que ello puede suponer.

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