viernes, 27 de mayo de 2011

Duras cargas tras el desalojo de los 'indiginados' para limpiar la plaza Catalunya

Pretendía ser un desalojo tranquilo por motivos de "higiene", pero se ha convertido en una sucesión de duras cargas. La acción policial para permitir la limpieza del campamento de los 'indignados' de plaza Catalunya por parte de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana ha provocado dos detenidos y 14 manifestantes y un agente herido -tras ser rociado con aerosol de autodefensa en los ojos-.

Decenas de agentes han rodeado la plaza desde las 6.45 horas y han iniciado una operación que sólo ha sido tranquila en sus primeros compases. La actitud de los manifestantes que llevaban congregados en el epicentro los últimos 12 días así lo permitía, pero la llegada masiva de personas para evitar que se vaciara la plaza ha desencadenado las cargas.

La obstrucción de los accesos por parte de estas personas ha motivado que los agentes cambiaran su estrategia y recurrieran a la fuerza para permitir la salida de los camiones de basura que permanecían bloqueados por parte de los manifestantes que buscaban impedir que se llevaran los enseres acumulados durante estas casi dos semanas de concentración. Las autoridades han denunciado que se llegaron a pinchar ruedas de los vehículos de limpieza.

La dureza de las cargas ha sido notoria y ha ido acompañada de lanzamiento de pelotas de goma, lo que ha generado picos de tensión y lesiones entre por lo menos 14 manifestantes.

Una de las quejas recurrentes de los acampados es que los agentes no llevaban su número identificativo, lo que imposibilitaría una denuncia contra alguno de ellos en caso de desmesura en el uso de la fuerza.

Tres centenares resisten y un millar les apoya

En estos momentos, tres centenares de personas siguen concentrados en el centro de la plaza, cuyo perímetro está custodiado por una cadena de agentes. Fuera otro millar les apoya y promete a gritos "vamos a volver".

Su voluntad no será impedida, pues el portavoz de los Mossos desplazado a la plaza ya ha anunciado que, en cuanto acaben las labores de limpieza, se retirarán y permitirán que los manifestantes regresen al centro de la plaza.

La duda se cierne ahora sobre las consecuencias que tendrá un nuevo realojo de cara en el marco de una celebración como la que podría producirse mañana si el FC Barcelona conquista la Liga de Campeones.

Y es que, pese a que el escenario de las celebraciones y las pantallas gigantes se trasladarán a Arc de Triomf para evitar la concurrencia masiva de aficionados, un nuevo título europeo azulgrana congregaría a buen seguro a miles de personas en Canaletes y los aledaños de plaza Catalunya.

Así lo entiende el consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig, que ayer ya lanzó un llamamiento a los manifestantes para que disolvieran voluntariamente el campamento antes del sábado. Esta tarde, a las 19 horas estaba prevista una asamblea para decidir si se abandonaba la protesta, y la concentración se acabará produciendo de todas formas, ahora para protestar contra la actuación de las fuerzas del orden.

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